El experimento, en caso de que sea un éxito, podría acercar la creación de una fuente perpetua de energía limpia.
La instalación, que ocupa un edificio de 10 pisos del tamaño de tres campos de fútbol, focalizará los rayos ultravioleta de 192 láseres sobre una pequeña cápsula con isótopos de hidrógeno. Las altas temperaturas y la presión resultantes serán comparables a las que existen en el núcleo de una estrella o un planeta gigante, lo cual, según las previsiones, permite iniciar una reacción de fusión nuclear.
La focalización de los rayos de luz en la cápsula con isótopos de hidrógeno - un impulso de potencia de más de 500 billones de vatios - se prolongará por apenas varios nanosegundos pero va a proporcionar 1,8 megajulios de energía, cantidad suficiente para destruir en un instante el envoltorio y generar una onda explosiva que comprima los vapores del deuterio y el tritio.
La presión en el núcleo de una estrella es tan elevada que el proceso de fusión termonuclear puede desarrollarse a 10 millones de grados centígrados. En las condiciones terrestres se requiere una temperatura diez veces más alta.
Los autores del proyecto tardaron 12 años en montar este conjunto de láseres, el más poderoso del planeta. El experimento se iniciará en junio próximo y aportará los primeros resultados el año que viene. El objetivo es demostrar que el rendimiento de la energía es entre 10 y 100 veces superior a los gastos que se requieren para generarla.